Voy a decir que me han
robado. La furia el cuerpo las ideas la manera de andar y los
silencios. Me han robado la mirada las entrañas las dudas. Voy a
decir que me han robado porque no siento que nada sea mio en un mundo
tan voluble e impersonal como es el nuestro, donde las ideas se
evaporan y son de nadie por mucho que griten y ya no se a que lado
mirar si me pierdo, sí, me pierdo, me pierdo y me da igual y no me
importa que no vea porque veo lo que siento y lo que no siento ya no
está. Y si no me pierdo ya no hay faro azul o verde que me hable
porque nací en vano como todos (y no me digas lo contrario). Y
fíjate niña, no es el existir lo que me aprieta los pulmones sino
la falta de razón de contenido de algo que me tire al mar de golpe y
me arrope después. Es aquellos que me dicen convencidos que todo es
gris y yo me niego muy rotunda y con coraje porque lo que me mata,
querida mía, es pensar que no hay color que valga en un mundo tan
voluble e impersonal como es el nuestro. Voy a decir que me han
robado.