17 de gener, 2017

17-1-17

me senté en el borde de la cama, las nubes rosas detrás de las montañas, las montañas detrás de los suburbios y estos detrás de mi ventana
me senté a ver las nubes rosas a decirte no te veo igual que antes aunque mis ojos te devoren con más hambre
a decirte no te veo mío, te miro, no eres mío
no te siento mío, ¿sabes?
me dices puedo llamarte quiero oír tu voz
miro las nubes rosas y te digo que sí, hablemos, hablas tu, lloro, te mata mi llanto con la misma crueldad que a mi me mata el pasado
lloro en silencio y tu insistes que hable, que no me calle, que no te calle, las cosas que desgarran me callan te digo
me imagino tus ojos enrojeciéndose hinchándose de nuevo y te digo ¿quieres oír algo bonito?
me dices sí con voz tierna y dulce como si nada hubiese pasado
te digo desde mi ventana, desde el balcón veo detrás de las montañas verdes más montañas nevadas
están de color rosa atardecer
te ríes, oigo como fuerzas una sonrisa
te digo me gusta tu voz
es tuya me dices
no, ya no, desde que pronunciaste esas palabras
nada de ti me pertenece ya
crees que no te mereces que sea tuya, creo que el mundo no se merece que tal angustia exista
te digo te he mentido no son montañas nevadas son nubes rosas detrás de las montañas verdes
me dices que tú también las ves, tal vez sean las mismas te digo
oigo tu "es eso de que siempre estamos bajo el mismo cielo, estemos donde estemos siempre nos mirará el mismo cielo le miraremos juntos"
ahora las montañas nevadas son lilas y el cielo azul grisáceo
quiero verte me dices luego
te digo no vengas, no podré soportar que te marches de nuevo.


cuando escribo esto en mi cabeza todavía suena the end de carter burwell